caña spinning

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La pesca invita a la meditación y a la vez nos da la oportunidad de entender el sentido profundo de un amanecer, las rompientes o el viento en la car. Una roca se convierte en el sitio ideal para descansar un rato y admirar todo un mundo que el pescador debe conocer para entender la verdadera magia de estar pescando. La pesca e sel color que se apaga entre las olas por la tarde, el brillo diamantino de la espuma que se vuelve plomizo mientras los tonos azules y grises del agua se convierten en un único brillo metálico a veces dorado o plateado.

Al tiempo que el verde de las palmers y arbustos lentamente pierde su lustre dando paso a un tono gris que anuncia el fin o el principio de la jornada de pesca. La pesca es el viento y la lluvia en una orilla lejana, o el relax en el auto mientras apuramos un café casi frío y terminamos el resto de los bocadillos recuperando el calor necesario para volver a las rocas o a la playa. Ciertamente el mar que vemos más allá tiene un magnetismo enorme y no es fácil resistir la idea de un enorme pez tras la próxima roca. Esto es una parte, una parte importante de la pesca, el espíritu de explorar aguas nuevas, de ver lo que hay más allá. Pero tanto o más importante es volver a los viejos y conocidos lugares donde comenzamos. Realmente empezamos a pescar cuando empezamos a valorar otras cosas. Significa que para los que saben mirar, la Naturaleza ofrece maravillas capaces de atenuar cualquier frustación en la pesca y allí encontraremos la verdadera magia y atractivo de la pesca, el poderoso atractivo de los pequeños o grades detalles que nos envuelven en todo momento contándonos mil historias.

Inspirado del libro Testamento de un Pescador de Robert Traver con la autorización de Normark Spain para su publicación en Formulapesca.

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